No son muchos los vecinos de Caballito que saben que nuestro barrio tiene una Patrona. Se trata de la Virgen de la Misericordia y mañana es su día.
Esta es su historia:
En 1871 el matrimonio de conformado por Antonio Valle y Faustina Puentes, eran propietarios de una pequeña quinta de verduras en Acoyte y Neuquén.
Alarmados por la epidemia de fiebre amarilla que hacía estragos en la población de Buenos Aires, y recordando que la Virgen de la Misericordia había librado de pestes y epidemias a los naturales de Savona en casos semejantes, hocieron la promesa de hacer traer desde aquella ciudad una imagen de la virgen para venerarla y realizar una procesión pública el día de la festividad, siempre que preservara de ese flagelo a los vecinos del Caballito.
La Virgen escuchó el pedido del matrimonio Valle-Puentes, quienes de inmediato cumplieron su promesa.
En 1886 , cuando se produce una nueva epidemia, esta vez de cólera, doña Faustina y don Antonio, recurrieron una vez más a la Virgen de la Misericordia a través de sus plegarias.
Muchos vecinos del barrio se sumaron a esta devoción y anualmente, el día de la festividad de la Virgen,el 8 de septiembre, realizaban una procesión por Rivadavia, hasta la iglesia de San José de Flores, que en aquel entonces era la parroquia de la jurisdicción, celebrándose a su llegada una misa solemne.
Esta costumbre se prolongó a través del tiempo. En sus últimos años y en razón de su avanzada edad, doña Faustina acompañaba la procesión en un coche tirado por dos caballos.
El 8 de septiembre de 1898, antes de iniciar el regreso desde San José de Flores, se imploró que solucionara la situación de límites con Chile, evitando así una contienda. Ante esta nueva gracia, doña Faustina hizo confeccionar un estandarte con la imagen de la Virgen y la leyenda «Las Madres Agradecidas -1989».
Doña Faustina mantenía un pequeño oratorio en una habitación de su casa, donde adoraba a la Virgen, y de acuerdo a una acendrada tradición, todos los años arreglaba el altar doña Petrona Montarcé de Vila, en tanto su hermana Teresa tenía a su cargo el rezo de la novena. La procesión hasta San José de Flores se realizó hasta 1914 (en 1915 y 1916 la imagen fue llevada en auto).
Doña Faustina periódicamente encargaba medallas recordatorias que le eran traidas de Savona por don Angel Siri, antiguo comerciante del barrio y paisano de su esposo, dueño de un negocio de almacén llamado de los «Tres Angelitos», ubicado en la actual esquina de Rivadavia y Víctor Martínez, en sus periódicos viajes a Génova».
Entrada ya en años doña Faustina, llamó a la señora Emilia Montarcé de Costa, a quien sabía ferviente devota por haber asistido durante años junto con su familia a los actos realizados en honor de la Virgen, pidiéndole que por carecer ella de descendientes, tomara a su cargo la imagen y continuara haciendo cumplir la primitiva promesa. Aceptó en principio la señora de Costa el compromiso, pero luego de consultas realizadas con el padre Antonio Sabelli (cura párroco de Santa Julia), se permuta la promesa de la procesión pública por el rezo de la novena en la parroquia de Santa Julia, celebrándose la misa en forma solemne, con sermón, el día de su festividad.
Doña Faustina falleció en forma repentina el 3 de junio de 1917, y a pesar de que ella desconocía la fecha exacta de su nacimiento, se la suponía cerca del siglo de vida.
El 8 de julio de 1918, se hizo entrega de la imagen al cura párroco de Santa Julia, y en 1938, al construirse el nuevo templo, se le erigió un altar especial, que se encuentra ubicado a la izquierda de la entrada.
A raíz de estos hechos, se adoptó a la Virgen de la Misericordia como Patrona de Caballito, recordándose su festividad el 8 de septiembre de cada año.
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