Como en años anteriores, “Horizonte, La Revista de Caballito”, asistió a cubrir el acto inaugural de la Exposición Rural.
Así, el sábado 28 de julio, luego de acreditarnos en el predio de Palermo, nos dirigimos hacia el palco oficial.
En la entrada al mismo, y asediados por el periodismo, se encontraban el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri y el Jefe de Gabinete de Ministros del ejecutivo porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
En el palco oficial se encontraban el presidente de la Sociedad Rural, Dr. Hugo Luis Biolcati, ministros y funcionarios de los gobiernos porteño y de la provincia de Corrientes, dirigentes de distintas sociedades rurales del país, de entidades agrarias pertenecientes a la Mesa de Enlace y, otros invitados especiales.
Frente al palco, una multitud de periodistas y camarógrafos de los distintos medios, ocupaban un extenso espacio.
Estuvieron presentes las Banda del Grupo de Artillería Gral. Iriarte, la de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la de la Policía de la Provincia de Corrientes. Fue llamativa la asistencia de la Banda del Ejército Argentino ya que, en anteriores exposiciones no fue autorizada su participación. La seguridad estuvo a cargo de empresas privadas y de la Policía Metropolitana.
Formados en la pista central, estaban todos los grandes campeones de las distintas especies y razas.
El acto dio comienzo con las estrofas del Himno Nacional. En el escenario, le dio vida la voz del cantante Jairo. Luego entonó, acompañado con su guitarra, la marcha Mi Bandera. La misma fue coreada con fervor por toda la concurrencia que, colmaba los palcos que rodeaban la pista.
Hugo Luis Biolcati, quien finaliza su mandato el próximo mes de septiembre, comenzó un extenso discurso, con las siguientes palabras:
“Dice un refrán que alguna vez escuché: “…con los ojos de la despedida, la vida parece una causa perdida” y este es mi último discurso en esta Tribuna como Presidente de la Sociedad Rural Argentina . Ha sido un verdadero orgullo para mí, ejercer este cargo con que se me honrara hace ya cuatro años.
Hubo pasajes del discurso en los que las tribunas estallaron en cerrados aplausos.
“La voz del campo – dijo Biolcati- que ofreció propuestas consistentes siempre con la mirada puesta en el progreso de esta Nación y el bienestar de sus habitantes… no fue escuchada.”
“En el 2010, ya en la Exposición Rural del Bicentenario, le pedimos desde esta tribuna a los funcionarios: … averigüen cómo hace el campo para producir alimentos para más de 300 millones de personas! … recórranlo y vean esa gigantesca fábrica sin techo que trabaja sin cesar… no insistan con políticas equivocadas…”
Dijimos entonces: “… no queremos un desierto verde de soja que produzca riqueza para pocos.”
“Queremos agricultura con agricultores, trabajadores arraigados a su tierra, a su pueblo.
Pueblos que crezcan y se desarrollen al ritmo de la actividad de las pequeñas y medianas industrias locales.
Productores rurales, fabricantes de alimentos, de maquinaria agrícola,
que desde todos los rincones del campo argentino, incorporen tecnología, procesos innovadores, inviertan y multipliquen los puestos de trabajo.
Ese será el fin de la pobreza y la exclusión. Y el campo no fue escuchado…”
“El año pasado inaugurábamos la 125º Exposición Rural
pidiéndole al gobierno: “Por favor dejen de castigar al campo, lo que es decir dejen de castigar a la Argentina.
“ … el campo argentino ha dejado de ser la mansa vaca que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de las políticas equivocadas. Y el campo no fue escuchado…”
“El campo quiere ser escuchado”
“Ante un ajuste que el gobierno central niega estar realizando, pero que fuerza en todas y cada una de las provincias, ante la creciente y desmesurada presión fiscal municipal, provincial y nacional, ante la continua y negada inflación que horada los ingresos y el nivel de vida de todos los argentinos , ante la pérdida de la cultura del trabajo que nos caracterizara durante generaciones, ante el deterioro de la educación pese al esfuerzo de los docentes en ciudades y zonas rurales, ante el brutal aumento de la inseguridad jurídica, patrimonial y de las personas, ante la pérdida de credibilidad en el sistema judicial, ante el deterioro de las instituciones de la República… el campo, como integrante de esta sociedad tan castigada, exige ser escuchado.”
La ovación del público fue superlativa ante las siguientes palabras:
“Para quien no puede dialogar, no puede opinar o no acepta las opiniones de los otros;
el futuro es la intolerancia.
Para aquel que no tiene trabajo, el futuro significa hambre, pobreza, exclusión.
Para quien no tiene educación, el futuro es oscuro, impredecible, insospechado.
Para quien no tiene posibilidad de mejorar su calidad de vida, el futuro solo es un horizonte sin ilusiones, sin esperanzas.
Mientras no existan políticas económicas serias y respetuosas para con los ciudadanos, y en su lugar, solo se escuchen demagógicas declamaciones, mientras se continúe mirando la historia con un solo ojo, mientras el relato oficial sea un conjunto de lugares comunes sin conexión con la realidad, mientras busquemos adaptar la constitución al poder, en vez de dar poder a la constitución…
Si el poder, y no el bienestar de la gente, es el objetivo fundamental de nuestros gobernantes.
Si el egoísmo de los poderosos no deja lugar al humanismo de los estadistas,
de los muchos caminos que tiene el futuro es casi seguro que elegiremos la ruta equivocada.
No habrá futuro si los hombres y mujeres no tienen ilusiones, no habrá futuro si los niños no tienen presente.
Mientras exista un ser humano que no tenga alimento, salud, educación y seguridad, el futuro será una palabra sin sentido
Cómo hablarle de futuro a la madre, a la esposa, a la hermana
de ese hombre que murió en un tren camino a su trabajo.
Parece imposible hablar del porvenir mientras la corrupción
le arrebata a la gente los techos que con los dineros públicos debían construirse, y no hay nadie entre las rejas…
Pero no tengo dudas que el futuro se abrirá paso en esta tierra
Lo deseo, lo imagino, lo creo… y me comprometo a continuar trabajando para ello.”
“ Esta Nación es fruto del valor, del patriotismo y la generosidad de algunos hombres cuyo pensamiento hemos olvidado y cuyos nombres solo recordamos en el cartel de una calle, pero es también el resultado de los egoísmos que nos dividieron y exacerbaron nuestras diferencias, enfrentándonos en luchas fraticidas, convirtiendo en enemigos a los que piensan diferente.
En un poco más de dos siglos, debatiéndose entre civilización y barbarie, la Argentina fue: unitaria, federal, democrática, autocrática, demagógica, dictatorial, oligárquica, populista. Detrás de una estela de: miseria, corrupción, atraso, ignorancia, inseguridad,
vaciamiento institucional, agravios constitucionales y envilecimiento de la justicia,
se oculta una Argentina que nos avergüenza y de la que todos, de una u otra manera, somos responsables.
Todos somos esa Argentina que se dice federal, y en la que el 70% de los ingresos públicos es percibido y manejado discrecionalmente por el gobierno central.
Todos somos esa Argentina donde la pobreza parece haberse arraigado para siempre.
Todos somos esa Argentina donde nadie esta seguro de volver con vida esta noche a su casa, donde una vida vale menos que un par de zapatillas.
Solo hay que recuperar la calidad institucional, terminar con la intolerancia, erradicar la corrupción y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.
Superar ese perverso rol del estado transformado en el patrón de los bienes públicos
que sostiene con subsidios su poder electoral, y somete a gobernadores e intendentes genuflexos a mendigar las dadivas.”
Finalizadas las palabras de Biolcati, único orador, y luego del desfile de los ejemplares premiados; nos encontramos con vecinos caballitenses presentes en el palco oficial de la Rural: la Comunera Susana Espósito , el Sr. Ricardo Pedacce, subjefe de la Policía Metropolitana, también estuvo presente el Ing. Leonardo Galaburri, Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Belgrano, acompañado por su Sra. Esposa.
Horizonte consultó al Jefe de Gobierno, Mauricio Macri sobre la actitud del gobierno nacional para con el campo y la Ciudad de Buenos aires, y aseguró: “Es exactamente la misma”.
Luego, el tradicional paseo por la exposición, la que se encontraba colmada de público y, donde, se pudo apreciar que el campo sigue llevando el peso de la economía nacional sobre sus hombros.
No ha cambiado la estructura económica desde 1880. Argentina se sigue manteniendo con las mismas materias primas que, en algún momento nos llevaron al séptimo lugar en las economías mundiales.
Ese campo que ha hecho realidad la frase del que fuera primer ministro francés Georges Clemenceau, con motivo de su visita a la Argentina para el Centenario de 1910: “La Argentina es un país, tan rico, que se puede robar las veinticuatro horas de día, durante todos los días, sin que se logre quebrarlo”.
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