Se secuestraron 250 bolsas de consorcio con residuos patogénicos en las que se encontraron hasta gusanos. Los almacenaban en un sótano y en dos terrazas. Eran de alta peligrosidad para los pacientes.
El área de Contravenciones y Faltas de la Policía Metropolitana realizó un allanamiento en el Instituto de Medicina y Cirugía Cardiovascular (IMECC) ubicado en Avenida Díaz Vélez y Otamendi, Caballito, por no realizar el debido tratamiento de los residuos patogénicos y almacenarlos durante un año en la clínica. Esto generó riesgos en la salud de los pacientes y los vecinos. En el procedimiento también participaron el área de Criminalística de la Policía Metropolitana, la Dirección Nacional de Registro, Fiscalización y Sanidad de Fronteras y la Dirección de Fiscalización y Control del Gobierno de la Ciudad.
En un primer momento, luego de una denuncia vía mail de empleados y pacientes, personal de investigaciones procedió a realizar una inspección en el lugar. Durante el procedimiento pudieron determinar que en el sótano y la terraza se almacenaba gran cantidad de bolsas de consorcio que contendrían residuos patogénicos y que, a su vez, no serían aptas para el tratamiento de los mismos, ya que se deben desechar en recipientes de alta densidad. Además, al solicitar los papeles correspondientes a los responsables de la clínica se constató que no tenían contratada, en actividad, una empresa que periódicamente retire y procese este tipo de desechos.
Una vez comprobadas las diferentes infracciones de esta clínica, la Fiscalía de Cámara N° 2 a cargo de la Dra. Verónica Guagnino en conjunto con el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 28 a cargo del Dr. Juan José Cavallari ordenaron a la Metropolitana que realice los allanamientos correspondientes con los organismos nacionales y locales dedicados a fiscalizar este tipo de delitos contra la salud.
Durante el operativo en el que también participó el área de Criminalística, que tomó muestras para luego peritar en el laboratorio químico, se constató que efectivamente las bolsas contenían residuos patogénicos y dado el grado de descomposición podrían tener mucho tiempo almacenados en el lugar. En el caso de los desechos almacenados en el sótano se constató la presencia de gusanos y el olor a putrefacción estaba presente en el ambiente.
La justicia porteña ordenó a las autoridades de la clínica que contraten una empresa de tratamiento de residuos patogénicos y de manera inmediata retiren todos los desechos y desinfecten los lugares donde estaban alojados, ya que de los contrario se debía clausurar el IMECC, lo que implicaba un complejo traslado de los pacientes internados.
Prensa Policía Metropolitana
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir