El jueves 11 de junio se festejó el Día de la Ciudad de Buenos Aires y también el Día del Vecino.
Es, sin duda alguna, una celebración importante para una Comuna. Quizás debiera ser la celebración más importante después de la del día del barrio.
Recordemos que las autoridades comunales, son autoridades de la ciudad, y que ocupan esos cargos gracias a los vecinos. Por lo tanto, justamente, son las autoridades comunales quienes tendrían que prestar especial atención a esta fecha.
Veamos que sucedió en los festejos del Día de la Ciudad y el Día del Vecino con las autoridades de la Comuna 6.
De los siete integrantes de la Junta Comunal, asistieron cinco. En principio sería un buen número, aunque debieran haber asistido todos por la importancia de la celebración. Sin embargo, luego de posar para las fotos y tomar el micrófono para decir cosas que mejor no se hubieran dicho (ver nota aparte), de a poco los comuneros fueron desapareciendo, quedando al final del acto, solo una comunera, la Dra. Susana Espósito.
Estos siete comuneros están transitoriamente ocupando esos cargos, por la voluntad y el voto del vecino; y justamente se estaba celebrando el Día del Vecino. Salvo por algún tema de salud, no hay excusa que valga para ignorar a los vecinos: “compromiso contraído con anterioridad”, “cuestiones de agenda”, “reunión de último momento”… nada justifica la falta de respeto de un comunero hacia el vecino que lo premió con su voto, hacia los representantes de instituciones que dejando su jornada laboral se acercaron a participar del acto, la falta de respeto hacia quienes dejando de lado “cuestiones de agenda”, no dudaron en asistir y brindar su tiempo desinteresadamente para compartir con los vecinos.
Cosas que mejor no se hubieran dicho
Entre los comuneros que asistieron y que luego de la foto se fueron, hubo quien dijo, a modo de defensa de su gestión: “No somos nosotros quienes pintamos o grafiteamos el Monumento a Bolívar…”
Bueno sería. Demás está decir que nunca nadie puso en duda que un comunero sería capaz de hacer semejante cosa. Sin embargo, sí le corresponde al comunero en cuestión, bregar para que eso no suceda. Y si lamentablemente el monumento es vandalizado y grafiteado, bueno sería que cumpla con la tarea de ordenar su limpieza en tiempo y forma.
Entre los dichos, las ausencias y las desapariciones… causó vergüenza la actuación de algunas de las autoridades comunales.
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