Reproducimos a continuación un artículo de Pablo Tomino publicado hoy en el diario La Nación.
Envió por quinta vez a la Legislatura una iniciativa para rezonificar un predio de IRSA; buscará respaldo opositor; el centro comercial tendría tres niveles y 130 locales.
El gobierno porteño volvió a presentar ayer en la Legislatura un proyecto de ley para cambiar la rezonificación de un predio privado lindero al estadio de Ferrocarril Oeste, en Caballito, y permitir allí la construcción de un shopping, tal como adelantó LA NACION. La megaobra que desarrollará la empresa IRSA implica una inversión de US$ 150 millones y se deberá aprobar en el recinto con 31 votos, en doble lectura. El oficialismo tiene 28 legisladores y saldrá a la caza de otros tres aliados circunstanciales, posiblemente en legisladores del bloque de Martín Lousteau (Suma+), de Graciela Ocaña (Confianza Pública), del massismo o del PJ disidente.
«Con la actual normativa, se podrían edificar en este predio seis torres de 30 pisos, lo que equivale a 140.000 m2. Si cambiamos la rezonificación, se podrá construir un shopping de hasta 70.000 m2. De esta manera estamos recargando menos la zona, no se genera colapso en los servicios y creamos tejido urbano en un espacio que hoy está totalmente abandonado», dijo a LA NACION Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano de la ciudad.
Según pudo saber LA NACION, las cocheras estarán distribuidas en dos subsuelos; el shopping tendría 22 metros de altura y la obra podría arrancar el día después de que se apruebe en la Legislatura. La empresa prevé que pueda inaugurarse en dos años. Fuentes de IRSA indicaron que durante la construcción del centro comercial se empleará a 4500 personas, directa e indirectamente, y que una vez que esté en funcionamiento trabajarán unos 2000 empleados.
Según constató LA NACION en una recorrida, muchos habitantes creen que es necesario recuperar el predio abandonado, aunque temen que la edificación de un centro comercial provoque que la zona pierda su identidad o colapse, por el tránsito o por el arribo de gran cantidad de gente. Sólo una parte de los consultados aprueba la iniciativa.
La llave que posibilitará este proyecto estará, una vez más, en la Legislatura, a la que llegará por quinta vez. La intención del oficialismo es que pueda ser tratado en lo inmediato. Algunos aliados frecuentes del macrismo ya sentaron su posición.
El diputado porteño Hernán Rossi, presidente del bloque Suma +, dijo que «ECO no cree que en ese lugar tenga que haber un shopping; los shoppings deben estar en zonas alejas de la ciudad. Es cierto que el terreno es de IRSA y que hay que decidir qué hacer con ese vacío, que genera inseguridad. Habría que pensar en un espacio verde sumando algo educativo, recreativo. Convocar ideas, pero que no sea un shopping».
Consultados, legisladores del Frente para la Victoria se mostraron reticentes a votar la iniciativa, mientras que Graciela Ocaña, de Confianza Pública, comentó a LA NACION: «No tengo conocimiento del nuevo proyecto, pero quisiera saber qué piensan los vecinos. En el barrio mucho se opusieron en los últimos años y hay que evaluar si algo cambió en la normativa. Pero no pareciera».
Publicado por La Nación, viernes 16 de septiembre de 2016
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