El destino hizo que Matías Tripodi cambiara su Caballito natal por el barrio de Montmatre en París, sin embargo nunca dejó su pasión: el tango. Quizás, hasta haya encontrado allí mayores oportunidades para desarrollar su talento.
Matías es caballitense, nacido en 1985, egresado del Dámaso Centeno y licenciado en letras. Es bailarín de tango y coreógrafo, también ha publicado su primer libro referido a una novedosa propuesta de sistema de notación coreográfica para el tango.
Compartiendo una charla en un clásico café de París, allí donde la gente acostumbra a sentarse uno junto a otro, mirando hacia la calle, conversamos sobre su actividad, su libro, el tango, y cada tanto se mezclaba algún recuerdo del Parque Rivadavia, o la Plaza Primera Junta. Su perfecta dicción porteña comienza a verse invadida por un incipiente acento francés. Así como su innato talento, que abarca diferentes disciplinas, se va impregnando de nuevas ideas y proyectos, dejando claro su crecimiento artístico en sus creaciones propias.
Sobre su libro, Matías cuenta que es una confluencia de distintos universos, tales como la lingüística, el tango, las artes plásticas, etc. En una primera parte, el trabajo se refiere al sistema de notación creado por él. Esto es interpretar, conservar y crear a partir del patrimonio inmaterial de su danza. La segunda, de tendencia más literaria, reúne una serie de textos, referencias y notas dispersas, acerca de lo que implica escribir lo efímero del tango. Entre la escritura y el dibujo, el proyecto implica una reflexión teórica expresada gráficamente.
Matías comenzó a bailar tango a los 17 años, cuando aún era alumno del Colegio Dámaso Centeno. Concurría a los espacios tradicionales de Buenos Aires, al mismo tiempo que desarrollaba sus estudios de Letras en la universidad. Su curiosidad estética inspirada en el tango lo condujo tempranamente a otras disciplinas como la escritura, el dibujo y el video.
Pasaron ya varios proyectos que se concretaron y otros en los que está trabajando. Matías acaba de regresar de Rusia, donde presentó su libro y en estos días está desarrollando la puesta de una escenografía para la Opera de Estrasburgo, mientras programa también la presentación de la versión de su libro en francés.
Reconoce que “Mi generación se volcó al tango y actualmente hay más milongas donde van jóvenes. Hoy hay movidas que involucran el baile, la música, y otras disciplinas. En Francia me siento parte de una generación de artistas emergentes, aún hay mucho por desarrollar, acá encontré también una libertad artística más amplia”.
A la hora de hablar de Buenos Aires, sin dudarlo, Matías nos dice: “Se extraña, claro que se extraña. Cuanto más lejos estas, más valorás la calidad de vida allá. Además acá es todo muy estructurado, esto tiene lógicamente su parte positiva, y comparás.”
“Tengo muchas ganas de ir a Buenos Aires y llevar mis proyectos, tengo mucho por hacer. Hoy cuando miro el camino recorrido, veo que tengo bien claro que es lo que me apasiona. Y la verdad es que nunca me hubiera imaginado estar donde estoy. De pronto me distraigo pensando en las veces que crucé la Plaza Primera Junta para tomar un colectivo, y acá estamos, en un Bistró del Boulevard Saint Germain.
Matías comienza a explorar otras técnicas de danza y desde 2012 empieza a desarrollar más activamente proyectos en Argentina combinando distintos lenguajes, particularmente la danza contemporánea. En 2013 viaja por un año de residencia a Marsella, declarada capital de la cultura europea. Desde enero 2015 es artista asociado de la compañía Incidence Chorégraphique , con quienes colabora en creaciones con bailarines de la Opera de París, el Ballet de Leipzig, y nuevas creaciones propias.
Contacto con Matías Tripodi:
página web:
www.matiastripodi.net
Facebook:
Matias Alberto Tripodi
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