JUAN MARTÍN MALDACENA: EL EINSTEIN DE CABALLITO

Juan Martín Maldacena nació el 10 de septiembre de 1968 en Buenos Aires, es físico teórico y recientemente fue distinguido como uno de los nueve científicos honrados con el Premio Yuri Milner a la Física Fundamental.

Actualmente vive en Estados Unidos, pero es un caballitense que paso su infancia y adolescencia en las calles de nuestro barrio.

Cursó sus estudios secundarios en el Liceo Militar Gral. San Martín. Luego ingresó a la UBA, donde permaneció entre los años 1986 y 1988. Continuó en el Instituto Balseiro,  donde obtuvo su licenciatura en Física en 1991.  En 1996 logró su doctorado en la Universidad de Princeton.

En 1997 comenzó a ejercer en la Universidad de Harvard como profesor asociado, convirtiéndose en el docente más joven de la historia de Harvard.

En 1998 presentó la «conjetura Maldacena», relacionada con su campo de estudio, la teoría de cuerdas, y que consistía en una hipótesis que intenta zanjar las inconsistencias que existen entre la teoría de la relatividad general y la mecánica cuántica, que describe el comportamiento del submundo atómico.

Desde el 2001 ha sido profesor en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.

En 2012 fue honrado con el nuevo Premio Yuri Milner a la Física Fundamental. La distinción consistió en 3 millones de dólares.

Publicamos a continuación un relato de Alfredo Leuco emitido por Radio Continental:

Si yo le digo que el nuevo Albert Einstein vivía a la vuelta de mi casa, usted va a pensar que me estoy loco, que se me disparó un chip. Pero le estoy diciendo la verdad y nada más que la verdad. Es mas, se lo repito por si no lo escuchó: el nuevo Einstein vivía a la vuelta de mi casa.

¿No me cree? ¿Quiere que le de mas datos? Se llama Juan y tiene apenas 43 años. Nació en Caballito y hoy está en la tapa de varios diarios del mundo porque ganó el Yuri Milner que es un premio a la física fundamental que consta de tres millones de dólares. ¿Escuchó bien? Tres millones de dólares. Le doy un dato para comparar. El premio Nóbel otorga apenas un millón doscientos mil dólares.

Pero esto no es todo. A los 30 años, Juan, recibió en Budapest uno de los mayores reconocimientos que existen en el campo de la ciencia y fue tapa del New York Times. ¿Qué me cuenta? Podríamos hacer una película titulada: “Juan, de Caballito a Budapest”. O mejor dicho, a Harvard, porque allí en Harvard, en la cumbre de la excelencia educativa está trabajando este ex vecino del barrio de Caballito. Es el profesor vitalicio mas joven de la historia de Harvard.

Permítame que le cuente esta historia luminosa que nos debería hacer inflar el pecho de orgullo a los argentinos. Es una forma de superar tanta irracionalidad y odio que a veces siembra la realidad cotidiana. Una manera de equilibrar tanta mala nueva. Le hablo de Juan Martín Maldacena a quien, en estos tiempos olímpicos, deberíamos subir al podio más alto y otorgarle una medalla de oro gigante.

Maldacena es el creador de una teoría revolucionaria que lo convirtió en el niño mimado de la física moderna y en uno de los científicos más populares del planeta. Muchas publicaciones científicas se preguntan si no estamos ante la presencia de un nuevo Albert Einstein. Es que precisamente, su gran descubrimiento tiene que ver con ese emblema universal del conocimiento. Juan formuló una nueva teoría que explica mejor como está formado y como funciona el universo. Una pavadita, ¿no?. Repito: como está formado y como funciona el universo. Y yo muchas veces no puedo programar el control remoto de la tele.

Esa teoría fue bautizada “La conjetura de Maldacena” y logró unificar teorías que parecían irreconciliables: la teoría de la relatividad de Einstein y la de la mecánica cuántica. Por eso le digo que el nuevo Einstein nació a la vuelta de mi casa en Caballito. Y porque es profesor en la Escuela de Ciencias Naturales del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, el mismo en el que trabajó y murió Einstein.

Hasta los 15 años vivió en Avenida La Plata y Guayaquil. Juan es producto de la movilidad social ascendente de una típica familia de clase media que pudo enviar a su hijo a la universidad. Luis y Carmen, los padres de Juan pudieron darle educación superior también a sus otras dos hijas. De aquel sueño de “Mi hijo el doctor” de Florencio Sánchez a esa utopía del progreso que es que nuestros hijos sean mejores y mas felices que nosotros.

Juan estudió dos años en Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Y después en nuestra meca científica del Instituto Balseiro de Bariloche. Creo que historias como esta merecen ser contadas porque nos ayudan a levantar el ánimo entre tanta basura de inseguridad, corrupción y peleas por el poder. Es como una forma de decir que podemos. Si alguna vez pudimos, podemos.

Es emocionante recordar cuando recibió el premio “Javed Husain”, en Hungría ante 2.000 científicos, uno más bocho que el otro. Tenía 30 años. Y los más grandes centros científicos del mundo lo querían fichar en su plantel. Estoy tentado de decir con perdón de la herejía que es un poco Einstein pero también un poco Maradona o Messi. Solo basta con decir ese apellido y entre los más grandes intelectuales saben que se está hablando de Argentina.

La CNN y la revista Time apostaron a él como futuro líder. ¿Y cuado dio vuelta olímpica? Se lo trato de explicar con palabras sencillas tal como lo entendí yo que soy un humilde e ignorante mortal. Mi ex vecino de Caballito relacionó y unificó la “Teoría de la Relatividad” que describe el funcionamiento de objetos tan grandes como estrellas, galaxias o el propio universo con la teoría de la mecánica cuántica que analiza el comportamiento de los mundos infinitesimales como los electrones o los Quarks.

Hasta ahí llego y no sigo porque me estalla el cerebro. Le cuento que Juan extraña las montañas de Bariloche que solía escalar, y nuestra música folcklórica, con guitarra y bombo. Con sus neuronas Juan supo generar cosas insólitas.

En una convención muy importante de estas mentes superiores, uno de la universidad de Chicago, cambió la letra de “Macarena” por “Maldacena”. ¿Se acuerda? “Dale alegría a tu cuerpo Maldacena” y todos se sumaron al coro de la canción mas popular de la historia contemporánea en los Estados Unidos y que fue la base de la campaña electoral de Bill Clinton. Dale alegría a tu teoría Maldacena, cantaban los muchachos.

Dale alegría a la Argentina, Maldacena, podríamos cantar nosotros en estos tiempos de cólera. Aunque algún descreído diga: que va a cantar bien Maldacena si vive a la vuelta de casa.

7 comentarios
  1. NORBERTO RABAL
    NORBERTO RABAL Dice:

    COMENTARIO Y DIFUSIÓN BUENÍSIMOS Y MUY NECESARIOS-MERECE LOS COMENTARIOS Y RECONCILIA CON LA RAZA HUMANA-NR

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    • hugo
      hugo Dice:

      la verdad a juan lo sigo desde que era estudiante de secundaria cuando llego a mis manos un periodico con su foto y su teoria de las supercuerdas.
      quiero desearte lo mejor para uds y tu flia un abrazo desde irazusta (entre rios)

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  2. Santiago
    Santiago Dice:

    Solo quiero felicitar a Juan Martín por su capacidad, su entusiasmo y su voluntad para el estudio y el desarrollo del pensamiento. Porque de eso se trata la capacitación; de aprender a pensar, a razonar, cosa que en nuestro sistema educativo, solo existe todo de memoria, todos repiten como loros. POr lo tanto, quien se atreve a pensar por su cuenta y razonar, llega a algún lugar y ese lugar puede ser el éxito y el beneficio para la humanidad.
    También se nota una vez más. la importancia que tiene el desarrollo del hombre como individuo, y no como masa. Juan Martín, no podría haber sobrevivido ni existido como lo está, en un estado con gobierno populista, estatista, o lisa y llanamente colectivista. De ahí la importancia de la libertad y el respeto al individuo.
    Todo mi reconocimiento y mis deseos de que pued seguir hacia adelante y agradezco por tener alguien como Juan que por lo menos a mí me representa muy bien, y creo que a muchos argentinos que disfrutamos de la excelencia. Un gran saludo para un gran hombre. Cordialmente. Santiago.

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  3. Juan Cena
    Juan Cena Dice:

    Un gran saludo. Tenemos las siguientes coincidencias: Nombre Juan y terminación de apellido ‘Cena’ y argentinidad desde el mismo barrio ‘Caballito’ y el prefijo ‘malda’ que identifica un importante centro de estudios en la India alcanzando distintas disciplinas como: Ciencias físicas e informáticas en la cual estoy graduado.
    Abzo cordial.
    Juan Luis Cena

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  4. Graciela
    Graciela Dice:

    Increíble?… no, lo increíble es que los argentinos que se destacan deban irse a otros terruños.

    Punto y aparte…

    GRANDE CABALLITO CALLES DE GENIOS!!! ^^

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