DE FRANKLIN AL OCHOCIENTOS
De Franklin al ochocientos
Entre Rojas y Parral,
Hay cien metros de arrabal
Y a cuatro pasos del centro.
Le dio el esquinazo al tiempo
Que lo amuró en su camino,
Es el último racimo
Haciendo pinta en la parra,
¡Dequera mi linda cuadra
Que te chamuya un vecino!
Mi ventanal bicheadero
De tres hojas y sin shúa
Me ofrece el cielo y la rúa
Con su empedrado fulero.
Al pie de mi atorradero,
Demaría… y casas viejas,
En el fondo, Canalejas
Como un telón de Quinquela
Y el taconear de una grela
Que me endulza las orejas.
Gregorio Vázquez limpiando
El veredón de su ochava,
Don Julio, que no hace nada
Se la pasa relojeando…
Cruza un quía canturreando
Un tango debute y rante,
Y en la esquina, vigilante,
Mi casi hermano Faustino
Lo va castigando el vino
Del cordobés Escalante.
La calidad remanyada
Del señor José Padín,
la gorda de Giovanín
De busarda empaquetada
Y adornando a la barriada
Con su pinta retrechera,
Crocante como un bizcocho,
que en el ocho treinta y ocho
asienta su madriguera.
De Franklin al ochocientos
Entre Rojas y Parral,
Hay cien metros de arrabal
Ya a cuatro pasos del centro.
Con el pobre ferramento
De mi lápiz y mi mente,
Canto a sus casas, su gente,
Al árbol seco de al lado,
Yles canto emocionado
En lunfa y mimosamente.
De Franklin al ochocientos
Entre Rojas y Parral:
¡Hay cien metros de arrabal
Y a cuatro pasos del centro!
El poema «Franklin al ochocientos, entre Rojas y Parral» de Pedro Milletari, da título a su libro que fuera publicado con el auspicio de la Biblioteca Domingo Faustino Sarmiento del Banco Hipotecario Nacional en 1971.
Por aquel entonces, Milletari, era vecino de Caballito y personal de dicha
institución.
En Franklin al 943 hubo una casa particular que funciono brevemente como Centro de Detencion en la Dictadura.
SOY LA HIJA DE ESE POETA LUNFARDO QUE GRACIAS A LO QUE SEMBRO EN SU VIDA Y AUNQUE NOS DEJO TAN TEMPRANO,TODAVIA SIGUE VIVO EN EL ALMA DE TODOS LOS QUE LO CONOCIERON
QUIERO QUE SEPAN LA EMOCION QUE SENTI AL ABRIR ESTA PAGINA Y VER LA PORTADA DE SU LIBRO,LASTIMA QUE ESTOY TAN LEJOS Y NO ME ENTERE DEL ANIVERSARIO DE CABALLITO. ME HUBIERA GUSTADO ESTAR ALLI
DESDE BARILOCHE LES MANDO UN GRAN CARIÑO POR RECORDARLO
MARIA MILLETARI
Estimada María:
buscando el nombre de su padre en internet, llegué a Ud. En mi adolescencia estuve una noche en su casa porque su papá había invitado al mío (Alfredo Romanisio . Ferreteria durante 37 años en Hidalgo 957)a ver una película -era sobre la vida de Napoleón- ya que por lo que me acuerdo su padre era cinéfilo y creo que tenía una importante cantidad de películas más una especie de sala de proyección en el living (mi padre un período corto tuvo algo que ver con el cine Albeniz en la calle Diaz Velez creo antes de llegar a Medrano)y también lo apasionaba el cine.Siempre me acuedo de esa noche y de la hospitalidad de su padre.
Además conservo el libro de poesía lunfarda de su padre que cada tanto releo y me emociona.
Quiero compartir con ud. la dedicatoria que su padre le puso al mío:
» Deposito en las manos del Sr. Alfredo Romanisio mi obra poética, y al hacerlo le manifiesto el afecto que su calidad humana siempre supo inspirarme
Fraternalmente»
Pedro Milletari
29/4/972
Cordialmente
Dr. Osvaldo Romanisio
Médico Psicoanalista
P.D.:(espero que le llegue)
He vivido casi toda mi vida en esa calle, tantos recuerdos, tantas vivencias, pasajes Demaria, Maciel, a la vuelta el Ampere. El boliche de escalante y el almacen de figueroa, Chino el peluquero y las niñas bonitas de la cuadra. Los cierres de la calle para jugar el carnaval. El billiken, el carrito del lechero, del pollero del mercado junto con el mimbrero y no olviodar el grito de Booootelleeeerooo. Caray,…. que hermosos recuerdos.